viernes, 23 de mayo de 2014

Los Tornos. Circular desde Orlé

Desde el Collao de Arnicio (Arniciu) se extiende una cuerda montañosa hacia el este que contiene varios crestones calizos transversales (dirección norte sur) de mayor o menor entidad. La escabrosa sierra del Trallán, al norte, la cruza hacia el sur mediante la Peña Ordaliega y Les Cangues. Siguiendo la cuerda hacia el este, encontramos el collado La Collada, después la Frayada; más allá, el Colláu Entrepeñes, la peña El Mayáu, el collado y la peña Torre, los Corollos, el solitario peñón del Cuetón de les Travieses, los collaos de Boqueriza y termina la citada cuerda en el gran crestón rocoso que forma la Sierra de Pandemules (o Fileres, según en qué mapas) cuyos punto más alto está en el pico Los Tornos.

Nota: en el libro "Recorriendo las montañas de Asturias" recogemos la subida desde Orlé a los picos La Frayada y El Mayáu siguiendo otro itinerario de subida y bajando por el valle de Enmedio, recorrido éste que compartimos en esta entrada al Blog, sólo que ahora en la ida.

Datos de la ruta


Salida y llegada: Orlé (en el concejo de Caso) 
Distancia: 13,5 km 
Duración: 4:30 h (sin contar paradas) 
Subidas acumuladas: 1010 m 
Altura Inicial y Final: 700 m 
Altura máxima: 1558 m 
Fecha de realización: verano de 2013
Dificultad: media
Track de la ruta





La localidad casina de Orlé (700 m) se encuentra a 4 kilómetros de Campo de Caso (El Campu) siguiendo la AS-254 en dirección a Infiesto. Al lado de la iglesia y el hotel rural “La Carasca” hay un panel informativo de la ruta PR-AS 126 que vamos a seguir en los tramos de ida y de vuelta.

En una mañana radiante de verano, comenzamos la ruta caminando hacia el noroeste siguiendo las marcas del PR, cuyo inicio se encuentra, en realidad, en la cercana aldea o barrio de Nozaleda a la entrada de Orlé. En un poste de la luz, situado en la esquina de una casa, hay una marca del PR y debajo una flecha que señala la calle por donde seguir: la de la derecha, por la de la izquierda regresaremos.

Cruzando uno de los puentes sobre el río Enmediu.

El ancho camino tiene hormigonados los tramos de mayor pendiente, situados, sobre todo, en el acceso a las cabañas de La Felguera; en otros, aún conserva el antiguo empedrado, mientras que en los restantes o han sido empedrados recientemente o son de tierra. Todo el camino está inmerso en una exuberante vegetación de fresnos, robles, avellanos y algún castaño, que amortiguan el calor estival. Ocasionalmente vemos algún prado.

Cuetón de les Travieses desde la majada Pidrafita.
 Al poco de iniciar la ruta, cruzamos el río Quixaes que vierte más abajo en fondo del valle por donde corre el río de Enmediu. El rumor de éste nos llega en aumento mientras caminamos casi en llano a su encuentro. A su vera, los rápidos, pozas y cascadas hacen la delicia del caminante arropado ahora por un bosque de ribera esplendoroso. El camino sigue paralelo al río, siempre hacia el noreste. Al cabo de 1,5 km, lo cruzamos por un puente para descruzarlo inmediatamente y volverlo a cruzar algo más adelante, y continuar definitivamente por su margen izquierda. Así, después de tres kilómetros de plácida caminata, nos adentramos en la Foz del Rubión que, al final, se abre dando paso a las laderas herbosas donde confluyen los valles de Torre, hacia el noroeste, por donde baja la riega del Cubilón, y el que baja del collado Friera, al sureste. En este punto, abandonamos las marcas del PR que cruzan el río de Enmediu y la riega del Cubilón para regresar a Orlé dando un rodeo por las cabañas de Cañandi y el Vocín.

Nosotros, en cambio, seguimos por el camino principal que sube en zigzag entre los prados y cabañas de La Felguera (1200 m). En el punto más alto de la majada, el camino se transforma en sendero y supera el crestón rocoso, que cierra el valle por el este, rodeando las grandes peñas por la izquierda.

Peña Los Tornos, desde la majada Piedrafita.
Una vez atravesado el citado crestón, damos vista al gran peñasco del Cuetón de les Travieses, a la izquierda. En este punto el sendero se divide en dos: el que sigue de frente, llaneando, lo evitamos para no tener que remontar después. Seguimos otro a la derecha, al principio oculto por la hierba y enseguida claramente visible, que asciende con suavidad hasta alcanzar la cima del collado donde se asienta la majada de Piedrafita (1404 m). Conserva dos cabañas en buen estado y otras en ruinas. Son rectangulares con paredes de piedra y techo de anchas llábanas cuyo peso lo soporta una gran viga de madera en la cumbrera. La vista se extiende hacia el este: a nuestros pies el hermoso y recóndito bosque de Purupintu y al fondo los Picos de Europa. En medio veremos el Pierzu y cerrando el bosque, casi a tiro de piedra, La Llambria. A ésta, en su misma cuerda, le siguen el Campigüeños, La Carasca, La Senda y el Requexón. Mucho más cerca está nuestro objetivo el pico Los Tornos y el gran crestón calizo que forma hacia el sureste la Sierra de Pandemules o Fileres donde se asienta. El Cuetón de les Travieses preside también el paisaje cercano.

Canal de subida a Los Tornos.

El sendero continúa desde las cabañas en dirección a nuestro objetivo, rodeando un anterior montículo por su derecha hasta alcanzar la base misma de la peña en el collado Boqueriza (1428 m). Asciende ahora duramente por una zona de hierba y rocas y, mediante varios zigzag, nos encamina a la estrecha canal que permite el ascenso final. Requiere del uso ocasional de las manos, pero en ausencia de barro o hielo, no tiene ninguna dificultad. El primer tramo de la canal, más largo, nos deja en un primer y pequeño rellano, que da acceso, por la derecha, a otra canal más pequeña al lado de dos árboles, que milagrosamente viven en este crestón de pura roca caliza. Así nos encaramamos en la misma cresta de la montaña: unos pasos por ella y estamos junto al vértice geodésico y buzón que la coronan.

          A las vistas antes descritas se suman: el Tiatordos (que antes nos lo ocultaba el Campigüeños) hacia el sureste, y por el noreste, los picos Maoñu y la Sierra de Aves (Vízcares). Hacia el sur se extiende la Cordillera Cantábrica. Vemos con claridad, a la derecha del Requexón, la Sierra de la Canalina y, en la misma visual, más atrás, la Sierra de Corteguero. El pico Torres destaca y también las grandes cumbres de las Ubiñas. Voviendo la vista al sur, por encima de la cordillera, encontramos algunos montes de León: el Macizo del Mampodre y el solitario pico Lago.
La Llambria y bosque de Purupintu.

Después de disfrutar con este maravillo espectáculo, regresamos por la misma canal al collado Boqueriza, pero ahora nos encaminamos hacia el Cuetón. Sobrepasada la gran peña, que dejamos a la derecha, accedemos al collado Los Corollos (1450 m) donde pacen amablemente algunos caballos. Antes no lo indicamos pero hacia el norte desciende el gran bosque de Los Moñacos, que está limitada al este por la Sierra de Pandemules y al oeste por La Frayada. A la vista tenemos, en esa misma dirección, la Foz de Los Moñacos, que corta la Sierra de Pandemules y donde termina la pista que viene desde el área recreativa de La Pesanca. En la próxima entrada describiremos esta ruta de acceso a Los Tornos que hicimos en otoño.

Cuetón y Los Tornos desde Los Corollos
Monte de Los Moñacos










Foz de Les Cangues, desde cerca de El Vocín
El sendero desciende ahora un corto tramo por la vertiente norte, virando enseguida hacia el oeste, para rodear los crestones calizos de la Peña Torre y El Mayáu. Así nos adentramos en el hermoso hayedo de Los Moñacos. Un poco antes de darnos de narices contra la Peña de La Frayada, la senda se divide en dos: la que desciende por el bosque hacia la majada Traslasenda y la que sigue unos metros hasta casi tocar la peña, revolviéndose entonces hacia el sur y alcanzar el colláu Entrepeñes (1427 m) a los pies de La Frayada. Al otro lado del collado, la senda desciende, entre cotoyas, por la amplia ladera sur situada entre las peñas que bajan desde los picos La Frayada y El Mayáu. Llegamos primero a las cabañas de Cañandi, después a las de El Vocín donde enlazamos con dos pequeños recorridos: el PR-AS 125 y el PR-AS 126.


Camino empedrado cerca del collado La Calavera
Después de la última cabaña, donde un poste indica las variantes de ambos, tomamos el camino que señala hacia Orlé por el collado La Calavera, al sur. A pesar de haber llovido poco, al principio está embarrado. Más adelante se transforma en un magnífico camino empedrado que conserva perfectamente la antigua traza y hechura, transitando por una zona descubierta hasta alcanzar el collado La Calavera (970 m). En este punto viramos primero al oeste y después, de nuevo, al sur para rodear el lomo de la sierra en el mismo collado. El bosque de robles, castaños, avellanos y fresnos nos acoge otra vez mientras avanzamos en paralelo al río Quixaes. Lo cruzamos más abajo y tras un kilómetro regresamos a Orlé.

Lorenzo Sánchez Velázquez














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